Principalmente, esto se puede ver en el acuerdo que negoció el propio presidente del partido con los líderes del PRO y que tiene como fin únicamente ocupar bancas y lugares en el Estado. “Quieren un espacio en el Ejecutivo”, aseguran desde adentro.

Por eso, Cecilia Maletti, pareja de Escobar, va en las listas de Marcelo Bermúdez como candidata a concejal. Y en caso de ganar la Municipalidad, ¿habrá alguna secretaría o subsecretaría ya destinada para alguien del partido? ¿Mercedes Lamarca, su ex pareja, pica en punta?

Este pacto, sin ir más lejos, llevó a rupturas y enojos internos: Santiago Nogueira, diputado provincial electo por Libres del Sur, se fue caliente como una pipa del partido por “transar” con el partido de Mauricio Macri, el gran responsable de las políticas hambreadoras y de ajuste que propuso la Casa Rosada.

Pero también las últimas elecciones de Plottier demuestran esta forma de hacer política de Escobar bien personalista, ya que puso a dedo a Carlos López, que no lo “juna” nadie en Plottier, pero que evidentemente es cercano al líder. Y no importa el recorrido, si soy amigo del jefe. ¿No?

¿Cuál fue el resultado? Perder la banca en el Concejo Deliberante, que hasta el momento le pertenece a Alejandra Guala, pero a quien la bajaron de un hondazo a pesar de que podía ser reelegida por su trabajo con los sectores de mujeres, principalmente. Sin dudas, al menos, más chances tenía de ser votada que López que, como se dijo anteriormente, no lo conocía nadie en Plottier.

Pero viajando unos kilómetros más allá, en Plaza Huincul la historia es similar: también el espacio de Escobar perdió la banca que poseía en el Concejo Deliberante, a cargo de Carlos Matzkin. Y, por supuesto, también hay bronca puertas adentro por ello.

Por último, como si todo esto ya no fuera poco, las dos bancas que tenía Libres del Sur en la Legislatura provincial no fueron renovadas el 10 de marzo pasado, cuando fueron las elecciones a gobernador. Ambas le pertenecían a Escobar y Nogueira respectivamente.