Hallan personal con consumo problemático de cocaína en el Comando de Policía
En un reciente incidente que ha sacudido a la Policía local, se encontró cocaína en el Centro de Operaciones Policial (COP) en la capital neuquina. Este hallazgo no solo revela preocupantes fallas en el profesionalismo de algunos efectivos, sino que también pone de manifiesto un problema más profundo relacionado con el consumo de drogas dentro de las fuerzas de seguridad.
El descubrimiento de la sustancia ocurrió el pasado 20 de octubre, cuando se recibió una alerta sobre la presencia de cocaína en la sala de operaciones. A partir de ahí, se hizo un llamado a la Dirección de Antinarcóticos, que identificó la droga mediante perros entrenados para rastrear sustancias ilegales. Aunque solo se encontró una dosis, la situación es alarmante por el lugar donde se produjo el hallazgo, es decir, en la sede mismo de la Policía.
La gravedad del problema se intensificó cuando se sometió a los agentes presentes a pruebas de consumo de drogas, dando como resultado tres positivos: dos por marihuana y uno por cocaína. Esta noticia cayó como un balde de agua fría en la cúpula policial, que había estado trabajando arduamente para erradicar el consumo de drogas entre los nuevos reclutas.
Cabe recordar que este no es un caso aislado. A principios de mes, cuatro policías de la zona cordillerana también dieron positivo en tests de drogas. La idea de mantener el asunto en secreto fue rápidamente desmantelada, especialmente después de un incidente adicional donde un agente disparó accidentalmente a su compañero mientras manipulaba un arma.
Los efectivos involucrados han sido separados de sus funciones y puestos bajo tratamiento, siguiendo un protocolo establecido que busca su recuperación y eventual reintegración al servicio. Sin embargo, este tipo de situaciones resaltan una realidad preocupante: la problemática social del consumo de drogas también afecta a quienes están encargados de velar por la seguridad pública.
El camino hacia la rehabilitación de estos agentes incluye la finalización del tratamiento, la repetición de las pruebas de consumo y la evaluación por parte de una Junta Médica, que determinará si están en condiciones de retomar sus funciones.
Este episodio subraya la necesidad de una revisión exhaustiva de los procesos de selección, capacitación y apoyo a los nuevos policías, así como la importancia de abordar el consumo de drogas como un fenómeno que atraviesa todas las estructuras de la sociedad, incluida la propia institución policial.