Al salir, el hombre, identificado como el agresor, no solo desató su ira contra los efectivos, sino que también logró desarmarlos, utilizando un trozo de hierro para atacar. En total, cinco policías resultaron heridos; uno de ellos fue golpeado en la cabeza y otro recibió un martillo en la cara, lo que le provocó una fractura en la mandíbula. La situación fue calificada de "dantesca" por el fiscal jefe, Gastón Liotard, quien dirigió la investigación del caso.

Tras la feroz confrontación, donde incluso se dispararon armas reglamentarias, el autor de los ataques fue finalmente herido en un glúteo. A pesar de su estado, fue detenido y ahora enfrenta múltiples cargos, entre ellos homicidio agravado en grado de tentativa y atentado contra la autoridad.

La fiscalía ha solicitado que permanezca en prisión preventiva hasta finales de noviembre, lo que refleja la gravedad de sus actos y el ciclo de violencia que amenaza a la comunidad. Este caso no solo subraya la problemática de la violencia de género, sino también la creciente peligrosidad que estos individuos pueden representar, incluso después de haber sido arrestados y sometidos a medidas cautelares.

Las autoridades locales continúan en alerta ante la posibilidad de que situaciones similares se repitan. La esperanza recae en que la justicia actúe con firmeza para proteger tanto a las víctimas como a los agentes del orden, quienes arriesgan sus vidas para mantener la seguridad en las calles de Cutral Co.