Homicidio en Plaza Huincul: dos detenidos tras la muerte de David Lago
En audiencia, la fiscal Gabriela Macaya y el asistente letrado Federico Cuneo formularon cargos contra dos varones por el homicidio de David Lago, ocurrido el pasado 23 de octubre en una concurrida esquina de Plaza Huincul. Este trágico suceso ha conmocionado a la comunidad local y ha llevado a las autoridades a solicitar medidas cautelares severas para los acusados.
El crimen se desarrolló alrededor de las 16:20 horas, cuando A.V. y L.C., junto a otros individuos, abordaron un automóvil propiedad de L.C. y se dirigieron a la intersección de las calles Avenida 1 de Mayo y Antonio Mérida. Al encontrar a Lago, quien caminaba con un amigo, los acusados comenzaron a lanzar insultos y amenazas. A pesar de que Lago intentó retirarse del lugar, el vehículo conducido por L.C. les cerró el paso.
A.V. descendió del auto con un arma de fuego en mano, momento que Lago tomó como una señal de alerta para intentar huir. Sin embargo, A.V. disparó entre cuatro y cinco veces, logrando impactar a Lago en la espalda, lo que resultó en su muerte inmediata. Paralelamente, otro individuo no identificado apuntaba con un arma al amigo de Lago desde el automóvil, añadiendo más tensión a la escalofriante escena.
La fiscal Macaya ha calificado a A.V. de autor del homicidio agravado por el uso de arma de fuego, mientras que a L.C. le atribuyó la misma acusación pero como partícipe necesario. Esta distinción legal refleja la gravedad de los actos y la implicación directa de ambos en el evento violento.
Ante la evidencia presentada, que incluye testimonios de testigos directos y grabaciones de video que documentan la secuencia de hechos, Cuneo solicitó la prisión preventiva de los imputados por un período de dos meses. Argumentó que esta medida es vital para evitar el posible entorpecimiento de la investigación, dado que ya habían ocultado tanto el arma como el vehículo utilizado en el crimen.
El juez de garantías, Maximiliano Bagnat, atendió las solicitudes de la fiscalía, estableciendo la prisión preventiva y fijando un plazo de cuatro meses para completar la investigación. La decisión judicial refuerza la necesidad de asegurar que el proceso legal se desarrolle sin interferencias, permitiendo que los testigos brinden su testimonio sin temor a represalias.
Este caso pone de relieve no solo la violencia armada que afecta a muchas comunidades, sino también la importancia de un sistema judicial que actúe con rapidez y firmeza ante situaciones de tal gravedad. La sociedad aguarda detenidamente el desarrollo de este proceso, que apunta a arrojar luz sobre un crimen que ha dejado una huella imborrable en Plaza Huincul y sus habitantes.