Sin embargo, horas después de finalizados los festejos, comenzaron a manifestarse los primeros síntomas de intoxicación: dolores abdominales, diarrea, vómitos y fiebre. Algunos afectados comenzaron a sentir malestares inmediatamente después de la fiesta, mientras que otros reportaron síntomas hasta dos días más tarde.

Los padres, alarmados por la situación, comenzaron a comunicarse a través de grupos de WhatsApp, lo que llevó a la creación de una encuesta para contabilizar a los afectados. A medida que se recopilan datos, el número de personas afectadas creció notablemente, alcanzando cifras alarmantes que incluían a hermanos menores, padres e incluso abuelos que habían asistido a la celebración.

Ante la gravedad del asunto, muchos de los intoxicados buscaron atención médica. El Hospital Castro Rendón, el Centro Medico La Candelaria, Policlinico Neuquen, Pasteur y la Clínica San Agustín recibieron un alto número de pacientes que requerían tratamiento, algunos de ellos llegando a necesitar suero debido a la deshidratación provocada por los vómitos frecuentes.

De acuerdo a recientes declaraciones de prensa a varios medios que diera Roxana Juric, jefa de Guardia del Hospital Heller y madre de una de las egresadas, fue una de las primeras en notar los síntomas en su familia.

Tras iniciar con malestar, comunicó la situación al sector de Epidemiología de Neuquén, que ya ha iniciado investigaciones para determinar las causas de la intoxicación. "Fue una intoxicación alimentaria. Se están realizando cultivos y hay que esperar resultados para saber si se debió a un alimento en mal estado o a la presencia de bacterias como la salmonella", informó.