"Por protocolo se activó la evacuación y se comenzó la búsqueda de elementos sospechosos con el can detector", aseguro el oficial principal Diego Ibáñez, de la brigada de Explosivos dependiente del Departamento de Seguridad Metropolitana de la Policía. Al tiempo que indicó que "durante la recorrida, el perro detectó un elemento sospechoso, una mochila más precisamente, a la que se realizó la evaluación pertinente. Primero se llevó a cabo una remoción manual, y luego la inspección".

Según se pudo establecer la mochila "tenía restos de pólvora de larga data, por lo que el perro lo había marcado", indicó el oficial principal. Sin embargo, indicó que no se encontró ningún artefacto explosivo, por lo que tras la recorrida por los distintos espacios del establecimiento escolar, se podría a la normalización de la actividad.

Días atrás, hubo un operativo similar en una EPET de Centenario. En ese caso fueron numerosos los llamados que se recibieron en el cuartel de Bomberos Voluntarios por lo que se procedió a la evacuación del establecimiento.

"Se trata del protocolo establecido para las instituciones educativas, donde hay muchas vidas en juego, por lo que no se puede descartar ninguna hipótesis ni tomarlo como broma", recalcó Ibáñez.