Muchos de los ocupantes, sobre todo el núcleo duro, aún se resisten a ser desalojados por el intendente porque no ven garantías de una reubicación. Gaido ya amenazó con que “no confundieran” el diálogo con el derecho a quedarse en dichos terrenos.

La contracara de esto, es el negociado que el propio Gaido llevó a cabo con barrios privados, como el Rincón Club de Campo, al que le otorgó, por una millonaria cifra, los privilegiados terrenos a la vera del Río Neuquén con la cesión de una calle pública y costera, impidiendo el acceso de cualquier ciudadano a las orillas del agua.

También en la Isla 132, el intendente fue denunciado públicamente por el sector kirchnerista del Concejo Deliberante de favorecer el negocio inmobiliario, buscando privatizar esta zona del Río Limay.

Pero regresando a la meseta, son concretamente 869 lotes que el Municipio pretendía hacer entrega a cooperativas, sindicatos y asociaciones. Sin embargo, el titular del gremio mercantil y referente del Foro de la Meseta, Sergio Rodríguez, reveló que “estamos en permanentes conversaciones con el Municipio sobre la situación que está ocurriendo allí. El Municipio pide que desalojen porque tenemos problemas con los nexos”.

Por un lado, el intendente prometió en campaña “el acceso libre y cuidado de nuestros ríos” y eso lo vendió a un country. Y, por otra parte, también la dura realidad de Neuquén capital golpea cuando se da cuenta de que se mantienen casi cinco centenas de asentamientos irregulares en todo el ejido.