Cazadores ilegales fueron interceptados en la Cordillera Neuquina: nuevas rutas del delito
En un reciente operativo llevado a cabo en la Ruta Nacional 40, la División Brigada Rural y Abigeato de Junín de los Andes logró interceptar un vehículo sospechoso, alertando sobre la actividad de cazadores ilegales en la cordillera neuquina. La intervención tuvo lugar en la madrugada del domingo, tras recibir un llamado anónimo que reportaba movimientos extraños en la zona.
Los agentes, bajo el mando del comisario Pedro Guerrero, se encontraron con un automóvil denunciado y, al inspeccionar el área, hallaron un rifle camuflado que había sido desechado por los ocupantes, quienes lograron evadir la captura en el acto. Esta situación ha suscitado preocupaciones sobre la creciente incidencia de la caza furtiva en la región, donde las estrategias de los delincuentes parecen adaptarse constantemente.
A pesar de la identificación de las personas asociadas al vehículo interceptado, las autoridades no pudieron proceder con un allanamiento en sus domicilios, dado que no fueron sorprendidos "in fraganti". En consecuencia, la Fiscalía no otorgó la autorización necesaria para llevar a cabo la búsqueda en sus hogares. La investigación permanecerá abierta, a la espera de los resultados del ANMAC (Agencia Nacional de Materiales Controlados), que podría revelar más información sobre el rifle decomisado, dado que cuenta con numeración.
El comisario Guerrero señaló la importancia de la tecnología en la lucha contra la caza ilegal, destacando que una cámara instalada en una estancia rural ha permitido documentar repetidas faenas ilegales. "La dinámica del delito parece trasladarse hacia este lado, donde no hay cámaras funcionando", advirtió, sugiriendo que los delincuentes podrían estar cambiando sus rutas para evadir la vigilancia.
Este caso pone nuevamente de relieve la necesidad de mayores esfuerzos en la protección de la fauna silvestre y la vigilancia de actividades ilícitas en áreas críticas, así como la importancia de la colaboración ciudadana en la detección de delitos que amenazan el ecosistema de la región. Las autoridades continúan trabajando para combatir esta problemática, mientras la comunidad se mantiene alerta ante cualquier indicio de actividad sospechosa.