En la ex ruta 234, el drama no cesa. Una vez más, la infraestructura municipal de Centenario muestra sus grietas y los vecinos pagan el precio. Desde la tarde del miércoles, personal de la secretaría de Agua y Saneamiento se ha visto forzado a trabajar en la reparación de un caño central del sistema de cloacas, que colapsó en la zona de calle 4.
El secretario de área, Luciano Nagli, desesperado por brindar una solución, informó que “se ha trabajado toda la noche para hacer un empalme que funcione”. Sin embargo, estas improvisadas medidas revelan la falta de mantenimiento y previsión que azota a la ciudad. Para llevar a cabo la reparación, ha sido necesario el uso de un camión vactor, encargado de desagotar y remover el barro acumulado, evitando así el derrame de líquidos cloacales sobre la vía pública.
Pese a que la rotura no ha afectado viviendas aledañas ni chacras, el tránsito vehicular en la zona permanecerá cortado entre las calles 4 y 3, generando molestias y complicaciones para los conductores que transitan por esta ruta.
Este incidente pone en evidencia una vez más la necesidad urgente de invertir en la modernización y mantenimiento de la infraestructura municipal para prevenir estas recurrentes emergencias. La comunidad de Centenario merece un sistema de saneamiento confiable que no se derrumbe ante cada eventualidad, dejando a los vecinos en una constante incertidumbre.
Es fundamental que las autoridades tomen cartas en el asunto para evitar que situaciones como esta se siga repitiendo, comprometiendo la calidad de vida de los ciudadanos y la imagen de la gestión municipal.