Pero, ¿qué hizo realmente? Según testigos que estuvieron en el lugar combatiendo el fuego, la diputada brilló por su ausencia a la hora de ayudar. Ni una pala, ni un balde de agua, ni una mínima colaboración efectiva. Solo fotos para las redes sociales y una puesta en escena que roza el mal gusto y el carancheo.

Sin embargo, ese no fue su único intento fallido de sacar rédito de la desgracia. En las vísperas de un nuevo aniversario del Golpe de Estado del 24 de marzo de 1976, Parrilli quiso montarse sobre la conmemoración y acusar al gobernador de “negacionismo”. El problema es que su embestida se basó en una interpretación errónea de una resolución legislativa. Justamente ella, que viene de una familia que vivió eternamente del poder legislativo. Un error tan grosero que la obligó a borrar su propio posteo, pero ya era tarde: alguien fue más rápido y capturó la pantalla, dejando en evidencia su torpeza ante todo la sociedad.

El intento de manipulación de Parrilli quedó plasmado en dicho posteo, donde aseguraba: “Me preocupa el negacionismo del gobierno de Rolo Figueroa hacia las políticas de Memoria, Verdad y Justicia. Este año, desde la Legislatura, no se convocó a una sesión especial el 24 de marzo, a pesar de que por resolución es obligatorio recordar esa fecha”.

La respuesta no tardó en llegar y desarmó por completo su argumentación. El diputado provincial Carlos Coggiola, de Neuquén Federal e integrante del bloque oficialista, expuso la falacia en pocas palabras: “La propia resolución dice que la sesión debe convocarse en el inicio de cada periodo constitucional, es decir, cada cuatro años. La hicimos el año pasado”. Acto seguido, disparó sin piedad: “Entonces, o no tenés comprensión de texto, o estás haciendo política barata con la página más trágica de nuestra historia”.

El golpe fue demoledor. No solo dejó en evidencia la ignorancia o mala fe de Parrilli, sino que desnudó una estrategia repetitiva y desesperada por mantenerse en el centro de la escena, incluso a costa de la verdad. La eliminación tardía del posteó para esconder el papelón no resultó ya que la captura sigue circulando..

En la Legislatura neuquina, Parrilli es una de las tres diputadas de Unión por la Patria, junto a Darío Peralta y Darío Martínez, este último un viejo conocido de la política local, con un historial de cargos que van desde concejal de Neuquén hasta secretario de Energía del ex presidente Alberto Fernández. Pero ni siquiera dentro de su espacio político parecen poder salvarla del papelón en el que quedó envuelta.

Lo sucedido deja en claro que no todo vale en la política. Intentar sacar rédito de tragedias y manipulaciones burdas no solo es poco ético, sino que, cuando se hace con tanta torpeza, termina convirtiéndose en un tiro por la culata.