Estas consultas alcanzan tanto a gobiernos locales de la región como a organizaciones no gubernamentales, asociaciones y público en general. Forman parte del procedimiento y del compromiso social de la Agencia de Promoción y Desarrollo de Inversiones, ADI-NQN S.E.P., y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Y buscan compartir con las partes interesadas las características del proyecto, su estado actual, avances y planes a futuro, como así también promover un espacio de diálogo, intercambio y retroalimentación que permita conocer sus aportes, sugerencias, dudas, desacuerdos y comentarios, en la etapa de preparación del proyecto a fin de fortalecer sus beneficios y darle sustentabilidad social y ambiental.

La consulta se desarrolló en el gimnasio de la localidad de Varvarco.

En la actividad que se realizó el pasado miércoles en Varvarco participaron representantes de los Municipios de Varvarco, Las Ovejas, Huinganco y Chos Malal, entre otros, además de otros sectores y organizaciones de la comunidad del norte Neuquino. José Brillo, Presidente de ADI NQN, explicó que, con esta nueva consulta pública, se avanza en forma constructiva y cumpliendo con todos los procedimientos requeridos.

Brillo estimó que es probable que se realice una tercera consulta pública y, de esta manera, se avance en las etapas previstas para el desarrollo del proyecto de mayor potencial geotérmico de la Argentina. Al respecto explicó que, si bien los estudios de pre-factibilidad realizados en la década de 1980 por las Agencias de Cooperación de Japón e Italia estimaban una potencia de 100 MW, la intención es avanzar en un proyecto piloto, con una capacidad inicial de 5 MW.

Durante la jornada se informó a la ciudadanía sobre el alcance del proyecto que se pretende realizar en la zona norte.

La iniciativa provincial propone un proyecto modular, en una primera instancia, cuya producción de energía pueda destinarse al consumo regional a través de las redes eléctricas existentes y, como sucede en los países que han desarrollado la geotermia, aprovechar también el vapor para usos directos en el lugar, como la calefacción domiciliaria, para los hoteles y hosterías, el desarrollo de invernaderos, hidroponia, deshidratación de carnes, frutas y hortalizas y/o secado de maderas, entre otros usos.

La idea es construir con la comunidad el proyecto de uso directo que mejor se adapte a las necesidades y costumbres locales.

Esta concepción del proyecto permitiría una necesidad inferior de financiamiento, por ser un proyecto de capacidad reducida y requerir un menor esfuerzo en la construcción