El Nivel Inicial del sistema educativo, en particular, está enfrentando una campaña de difamación y sospecha, lo que deja a los docentes en una situación de vulnerabilidad cuando se les acusa de presuntas violaciones a los derechos de los niños.

Estas acusaciones han llegado a afectar los principios fundamentales del Estado de Derecho y las garantías constitucionales de los profesionales docentes, según se destaca en el comunicado de prensa que anuncia la medida de fuerza.

Frente a esta problemática, se han llevado a cabo diversos planteamientos y acciones dirigidas tanto al Poder Ejecutivo como al Poder Judicial. Sin embargo, ante la falta de respuestas contundentes, se ha decidido expresar masivamente en las calles la gravedad de la situación y exigir medidas efectivas que pongan fin a esta serie de abusos y atropellos.

El paro tiene como objetivo no solo manifestar el repudio hacia la violencia que se ha generado en el ámbito escolar, sino también demandar una mayor protección y apoyo para los docentes del Nivel Inicial, quienes desempeñan una labor fundamental en la formación de las futuras generaciones.

Esperamos que esta medida de fuerza llame la atención de las autoridades y se tomen las acciones necesarias para abordar este problema de manera efectiva, promoviendo un ambiente escolar seguro y respetuoso para todos los involucrados: alumnos, docentes y padres.