Recordemos, por ejemplo, lo que se denunció en enero de este año: el fotógrafo alemán Stefan Borghardt quefue apresado ilegalmente, golpeado y torturado por fotografiar Vaca Muerta y sacar a la luz el desastre ambiental que están llevando a cabo en la provincia con el “fracking”.

En este sentido, en un comunicado de prensa, Greenpeace sostuvo: “La petrolera es responsable de verter residuos peligrosos que ponen en riesgo la población de Añelo, el Río Neuquén y campos agrícolas”. Y advirtieron que la evidencia que poseen la anexarán a la causa penal presentada en octubre del 2018.

“La industria petrolera y el gobierno antepone los planes de expansión sobre la salud de las comunidades y el medioambiente, acudiendo a métodos de almacenamiento negligentes y peligrosos”, disparó el miembro del equipo del programa de clima y energía de Greenpeace, Leonel Mingo.

Para darse una idea del daño colateral de Vaca Muerta: según detallaron, se trata de “un vertedero tóxico de 13,6 hectáreas con residuos peligrosos que no están siendo tratados con las regulaciones correspondientes ante la Ley Provincial de Neuquén N°1875”.

Por último, “se encontraron altos niveles de polución que evidencian la falta de protección y una contaminación directa en los suelos y potencialmente en las napas. En los residuos se hallaron presencia de hidrocarburo, componentes volátiles y metales y metaloides como plomo, mercurio, entre otros, que podrían alcanzar a comunidades cercanas a la planta”, concluyó el comunicado.