Es así que la provincia de Neuquén tomará una deuda por 12.800 millones de pesos para abonar los incrementos salariales de los estatales, tras una sesión en la Legislatura que aún no tiene horario definido.

“El dinero lo tiene la provincia. Vamos a endeudarnos por si acaso y, lo peor de todo, es que lo están haciendo entrar por la ventana”, criticó la diputada del Frente de Todos, Lorena Parrilli, y de parte del FIT, Patricia Jure, sostuvo que “es una ley que la sacan con fórceps, que va a salir de nalgas”.

Por otra parte, el secretario general de ATE nuevamente atacó a los propios trabajadores, concretamente a los autoconvocados de la salud (llamados “elefantes”) que llevaron adelante –sin el gremio- una larga lucha por un aumento salarial razonable y acorde a la situación económica, pero que todavía deja rispideces hacia el interior.

“Los elefantes se convirtieron en jirafas porque la recomposición la van a recibir de arriba gracias a todos ustedes que salieron a pelear”, dijo insólitamente el líder gremial porque, en realidad, fue exactamente al revés: los autoconvocados fueron los que “salieron a pelear” y Quintriqueo figuró solo para la foto.

Incluso, de mayor gravedad fueron las palabras del secretario general estatal cuando finalizaron aquellos más de 40 días de huelga: "Estamos evitando el cementerio de elefantes con esta propuesta", dijo en tono amenazante y totalmente violento.

Más allá de las internas gremiales, finalmente esta semana, todo parece viento en popa en la Legislatura para que el gobierno provincial pague el 53 por ciento de aumento que se comprometió con los trabajadores estatales.