Poco tiempo después de ser atendida por los servicios de emergencia, la situación de Micaela se tornó aún más crítica. Mientras era trasladada al hospital Castro Rendón en una ambulancia, ocurrió un segundo accidente: la unidad chocó contra otra camioneta en pleno centro de la ciudad de Neuquén. Este segundo impacto resultó fatal para la joven, cuya familia se encontraba viajando desde Corrientes para acompañarla en este difícil momento.

En el hospital, se preparaba a Micaela para una ablación, dado que había expresado su deseo de donar sus órganos. El resultado de la autopsia, aún pendiente, se espera con esperanza de esclarecer las causas específicas de su muerte, aunque el sufrimiento ya ha marcado a su familia y la comunidad entera, que clama por justicia y mayor responsabilidad vial en las calles.

La pérdida de Micaela Blanco subraya la necesidad urgente de reflexionar sobre la seguridad de quienes se movilizan en bicicleta y sobre el consumo de alcohol al volante, recordando que detrás de cada accidente hay una historia y una vida truncada.