Pero esto es solo el comienzo. Figueroa continuará su gira por otras regiones del interior durante octubre, evaluando el avance de las obras, presentando nuevos proyectos y, por supuesto, escuchando propuestas. Porque, ¿qué sería de un político sin su capacidad de escuchar?

La gira del gobernador es un recordatorio de que, en la política, el trabajo nunca termina. Con postas policiales, pactos de gobernanza y promesas de aumentos salariales, Figueroa está decidido a dejar su huella en cada rincón de Neuquén.

Figueroa, conocido cariñosamente como “Rolo”, ha sido enfático en su postura: “Ordenamos para redistribuir, esa es la gran diferencia”. Esta declaración, realizada en su primera aparición pública tras un viaje a Houston, resuena con fuerza en una provincia que ha visto cómo su gobernador se distancia de las políticas de ajuste del gobierno nacional. Premisa que además parece ser su mantra. Y no es para menos, ya que ha dejado claro que su etapa de austeridad y eliminación de gastos innecesarios ha dado paso a una fase de desarrollo equitativo.

En Barrancas, Figueroa firmó un convenio con el intendente Rubén Figueroa para construir un salón de usos múltiples de 109 metros cuadrados. La inversión: casi 100 millones de pesos. Y como si eso no fuera suficiente, también entregó un minibús al jefe comunal.

Pero la cosa no termina ahí. En Buta Ranquil, el gobernador se reunió con el intendente Pedro Cuyul para priorizar la construcción de 3.500 metros de cordones cuneta. El costo total: 700 millones de pesos. Aquí, el municipio pondrá 300 millones y el resto lo cubrirá la provincia.

Cada región tiene su identidad y sus necesidades, y el gobernador parece estar muy consciente de ello. En Zapala, por ejemplo, presentó líneas de financiamiento para los productores forrajeros y ganaderos. “Vamos a seguir poniendo lo que sea necesario”, dijo. ¡Eso es compromiso!

En resumen, Figueroa está en todas partes, firmando convenios, entregando minibuses y recordándonos que debemos enfocarnos en lo que nos une en el orden provincial.

En el orden nacional septiembre ha sido un mes cargado de tensiones y decisiones cruciales, el gobernador de Neuquén, Rolando Figueroa, ha dejado claro que su visión para la provincia difiere significativamente de la del presidente Javier Milei. Mientras Milei avanza con un ajuste severo en los fondos públicos, Figueroa se posiciona como un líder que busca el equilibrio y la redistribución justa de los recursos.

El reciente viaje a Houston de Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén, y su par de Río Negro, Alberto Weretilneck, no fue simplemente una escapada internacional. Este viaje, que podría parecer una simple misión diplomática, resultó ser una jugada maestra en el tablero de la política energética y económica de Argentina.

En el corazón de Texas, estos dos líderes provinciales se reunieron con Guillermo Francos, jefe de Gabinete, para asegurar una promesa que podría cambiar el panorama energético de la región: la participación en el pliego de licitación de las represas del Comahue. Este proyecto, que maneja alrededor de 800 millones de dólares anuales, ha captado la atención de multinacionales de todo el mundo, ansiosas por invertir en una de las áreas más prometedoras del país.

La importancia de este acuerdo no puede subestimarse. Las represas del Comahue no solo representan una fuente significativa de ingresos, sino que también son un pilar fundamental para el desarrollo sostenible y la independencia energética de Argentina. En un contexto global donde la energía limpia y renovable es cada vez más crucial, asegurar la participación en este proyecto coloca a Neuquén y Río Negro en una posición estratégica en el mapa energético mundial.

Pero más allá de los números y las cifras, este viaje simboliza algo más profundo: la capacidad de nuestros líderes para negociar y asegurar el futuro de nuestras provincias en un escenario internacional. Figueroa y Weretilneck demostraron que, con visión y determinación, es posible atraer inversiones y generar oportunidades que beneficien a todos los argentinos.

La estrategia de Figueroa es clara: mantener una relación diplomática con la Casa Rosada, pero sin comprometer los intereses de Neuquén. Este equilibrio meticuloso le permite navegar las aguas turbulentas de la política nacional mientras fortalece su posición local. Su enfoque en la redistribución y el orden fiscal contrasta con las medidas de ajuste de Milei, ofreciendo una alternativa que busca beneficiar a todos los neuquinos.

La política de Figueroa no solo se basa en palabras, sino en acciones concretas que buscan mejorar la calidad de vida en Neuquén. Su capacidad para negociar y asegurar inversiones clave para la provincia demuestra su habilidad para liderar en tiempos de incertidumbre. Mientras Milei continúa con su ajuste, Figueroa se presenta como un faro de esperanza y estabilidad para los neuquinos.

En resumen, Rolando Figueroa está marcando la diferencia en Neuquén. Su enfoque en la redistribución justa y el orden fiscal, combinado con su habilidad para mantener relaciones diplomáticas con la Casa Rosada, lo posiciona como un líder que no solo habla, sino que actúa en beneficio de su provincia.