Cuestiones como los alquileres, las cuotas de las escuelas, las cocheras, las salidas a descansar o de entretenimiento, la compra de indumentaria y hasta las visitas al médico requieren, ahora, de “inversiones” difíciles de afrontar para aquellas familias cuyos presupuestos se han devaluado.

En abril, la provincia registró un salto inflacionario del 8,9 por ciento respecto de marzo y acusó una acumulación del 33,9 sólo en los primeros cuatro meses del año. Ese es precisamente el porcentaje en el que ha crecido la masa salarial, que no sólo enciende alarmas en la ecuación ingresos vs gastos, sino que, al mismo tiempo, plantea interrogantes acerca de las partidas destinadas a satisfacer las demandas la población.

Los estatales neuquinos han logrado una suerte de blindaje salarial mediante el sistema de actualizaciones salarias permanentes por IPC que hoy preocupa a quienes dirigen la provincia como a quienes deben hacerse cargo. Ambos coinciden en que se protegieron los salarios estatales, pero en cierto modo se descuidaron las prestaciones de servicios esenciales.

El futuro, que será presente a partir del 10 de diciembre, no sólo exige soluciones a las problemáticas de infraestructura, sino también políticas de apoyo al sector privado, para que pueda acompañar el crecimiento que la provincia experimenta y seguirá experimentando en materia de producciones de hidrocarburos y de densidad poblacional.

Figueroa cuando se lo consulta periodísticamente asegura que “es necesario un gobierno con mucha cercanía donde las políticas de Estados tienen que estar focalizadas a que sea un gobierno de más cercanía, con funcionarios públicos muy metidos en los problemas y mucho en la calle, con austeridad en el ejercicio propio de la política.

Hay que eliminar, hay que separar los gastos que no son necesarios de los que son estrictamente necesarios. En eso hay que estar enfocados y sobre todo en lo referido a los gastos que tienen que ver con la política misma, la política de muchos años la que se denomina partidaria”.

Los recursos provenientes de la expansión de Vaca Muerta deberán invertirse en acciones destinadas a generar fuentes de empleo genuino a la vez de estar atentos con la renegociación en las concesiones de las represas son los temas centrales que se ven son preocupación de la nueva gestión que llevará adelante Figueroa.

Es más, se intuye que, en materia energética, Neuquén quiere y debería volver a poseer la tarifa Comahue.

Sobre este tema se sabe que en el grupo cercano el Chosmalense aseguran que “es fundamental que las represas abastezcan a la industria regional donde se pueda tener la energía más barata. Es todo un combo donde se buscará que los neuquinos podamos vivir mejor, que podamos industrializar nuestros productos en origen como parte del desafío que tendrá la nueva gestión”.

En lo que hace a la producción de hidrocarburos el panorama es auspicioso, gracias a Vaca Muerta y el petróleo que ya va rumbo a Chile a través del Oleoducto Trasandino (Otasa) desde Puesto Hernández hasta el puerto de Concepción que deja unos 70 millones de dólares al mes de ganancias.

Al respecto la novedad de las ultimas semanas fue el proyecto de ley que presentó el gobernador Omar Gutiérrez para autorizar que los recursos que ingresen desde junio al fondo anticíclico vayan a financiar el déficit del ISSN. Una decisión que se supo esta consensuada entre el gobernador actual y quien fuera electo en las últimas elecciones.

Gutiérrez ya había anticipado, cuando presentó el presupuesto del 2023, que había que pensar en una modificación de la ley para costear las jubilaciones estatales. Se estima que serán unos 2 mil millones de pesos los que ingresen el próximo mes.

Por lo visto todo gira con respecto a las cuentas fiscales y a mejorar la economía en una situación nacional que agobia y generara mucha preocupación.