Tras recordar el accionar basado en asesinatos, secuestro, torturas y desapariciones de los represores hoy condenados, mencionó que justamente la visita se realizó mientras en Neuquén fallecía Oscar Ragni, quien nunca supo dónde estaba su hijo, desaparecido en el ’76.

En similar sentido se pronunció Zulma Reina (DC-Comunidad) quien remarcó el carácter institucional de todo acto que realiza un legislador o legisladora una vez que asume como tal. Por su parte, Francisco Lepore (Avanzar) también rechazó la visita, a la que calificó de “actitud espantosa” y de una “gravedad mayúscula” en tanto allí se encuentra Alfredo Astiz, “ideólogo” de los peores métodos de tortura y de los denominados vuelos de la muerte. Además, hizo referencia a los juicios que llevaron a la condena de los genocidas y en ese sentido dijo “Argentina es ejemplo en el mundo”.

En tanto, el diputado Ernesto Novoa (DC-Comunidad) aseguró que no hubiera ido a la cárcel al considerar que “la sola presencia de Astiz me provoca un rechazo muy profundo” pero agregó que “no me parece mal que un diputado, que tiene representación legítima del voto, vaya a verlos, porque son seres humanos”.

Dijo que se considera como “un policía de la democracia” y pidió “elevar el nivel de la discusión”. En ese sentido ponderó el “total funcionamiento de las instituciones” de una democracia, ocasión en la que se refirió al accionar de la Justicia en el juzgamiento de integrantes de la fuerza militar y pidió diferenciar el pedido de “justicia del de venganza”.

Al momento de la votación, Novoa se retiró de la reunión al no contemplar el reglamento interno la posibilidad de abstención de voto en una comisión, y el proyecto fue aprobado por unanimidad.