“Es una mordedura muy poco frecuente”, explicó Trapassi y precisó que “en los últimos 20 o 25 años en la provincia no se registró ninguna mordedura de este animal y ahora, en menos de una semana, tuvimos que usar tres tratamientos”.

Aseguró que en nuestro país “la víbora que más comúnmente provoca mordeduras es la Yarará”, por este motivo, “epidemiológica y estadísticamente teníamos distribuidos los antídotos en toda la provincia por si hubiera un evento esporádicamente en cada lugar”.

El médico remarcó que la micrurus o serpiente Coral “es autóctona de toda la República Argentina y también de la provincia de Neuquén. Entonces, es posible que nos encontremos con este animal en ciertos medios, por ejemplo, en zonas rurales”.

Trapassi destacó que “no es una invasión, no hay un ataque dirigido hacia seres humanos. Esto sucede cuando el animal se siente agredido o amenazado, por ejemplo, si está quieto en un lugar y quieren agarrarlo. Que es lo que sucedió”.

Medidas preventivas

Por esto, recomendó que, ante la situación de encontrarse con una víbora, una araña o un alacrán, “nunca agarrarlos, lo recomendado es alejarse del lugar donde está, no tocarlo y pedir ayuda”, a las áreas de Fauna o Defensa Civil, pero “no intentar agarrarlos, porque van a morder o picar cuando se lo intente”.

“Los antivenenos en toda la República Argentina son extremadamente escasos, difíciles de fabricar y muy costosos. Los fabrican únicamente en el Instituto Malbrán de Buenos Aires y nos va a proveyendo a todas las provincias”, explicó Trapassi y recordó que las dosis antiveneno que estaban en la ciudad de Neuquén habían sido utilizadas días atrás para una niña con un cuadro similar de 25 de Mayo, La Pampa, por este motivo, debieron trasladarse anoche la dosis que estaba en Zapala y las de Cutral Co.

El operativo, a través del SIEN Zapala, pudo realizarse en dos horas y los pacientes pudieron salvar su vida, y actualmente continúan internados en observación.