Pablo Ruiz, ex titular de la Casa de las Leyes y hermano de la destituida exvicegobernadora Gloria Ruiz, ha sido formalmente imputado por el delito de peculado. La Justicia, que tantas veces ha mirado hacia otro lado en casos similares, esta vez actuó con la celeridad que la sociedad demanda, impulsada por la firme decisión del gobernador Rolando Figueroa de combatir la corrupción sin concesiones.
El fiscal de Delitos Económicos, Juan Manuel Narváez, expuso en una audiencia pública que Ruiz se apropió de más de 52 millones de pesos pertenecientes a la administración pública provincial. El fraude, cometido entre diciembre de 2023 y noviembre de 2024, consistió en el desvio de fondos de la Honorable Legislatura de Neuquén a cuentas personales del imputado. El mecanismo incluyó transferencias directas a su cuenta y, tras ser detectado por el Banco Provincia de Neuquén (BPN), cheques al portador cobrados por personal autorizado que luego entregaba el dinero en efectivo a Ruiz.
El destino de estos fondos era la financiación de programas sociales como "Ritmo Ciudadano", "Jóvenes líderes, comunitarios y políticos", "Actividades culturales, recreativas y comunitarias" y "Murales urbanos". Sin embargo, según la investigación, Ruiz utilizó ese dinero para constituir tres plazos fijos a su nombre en el BPN. El perjuicio al Estado asciende a 52.798.459,10, de pesos, una cifra escandalosa que grafica el desfalco perpetrado.
Ante la contundencia de las pruebas, el juez de garantías Lucas Yancarelli avaló la formulación de cargos y dispuso el embargo de un plazo fijo de 42 millones de pesos, que con intereses llegará a más de 47 millones. Además, dictó la inhibición general de bienes de Ruiz por 10 meses para evitar su insolvencia y asegurar la devolución del dinero sustraído. La medida fue solicitada por la fiscalía y respaldada por el querellante de la Fiscalía de Estado, Gustavo Kohon.
Este escándalo también deja en evidencia la falta de controles y el abuso del poder que caracterizaron a la gestión de Gloria Ruiz. La exvicegobernadora, quien fue destituida por "inhabilidad moral", designó a su hermano al frente de la Casa de las Leyes mediante la resolución 547, firmada por ella misma. A partir de allí, se montó un esquema de extracción sistemática de fondos que parece haber sido diseñado para el beneficio personal de la familia Ruiz y sus allegados.
El caso generó indignación en la opinión pública, que ve con escepticismo la posibilidad de que la corrupción en la provincia sea erradicada de una vez por todas. Sin embargo, el accionar rápido de la Justicia en este caso representa un cambio significativo respecto a la impunidad con la que han operado ciertos sectores de la política neuquina.
El gobernador Rolando Figueroa ha sido claro en su postura: "No toleraremos actos de corrupción en nuestra provincia". Su compromiso con la transparencia y el castigo a quienes se apropian de los recursos públicos es un mensaje contundente para todos aquellos que creen que el Estado es un botín a repartir. La detención y procesamiento de Pablo Ruiz marca un precedente que podría iniciar una nueva etapa en la política neuquina, donde los corruptos finalmente empiecen a pagar por sus delitos.
El proceso judicial recién comienza, pero la evidencia en contra de Pablo Ruiz es aplastante. La corrupción enquistada en las estructuras estatales ha hecho estragos en Neuquén, y este caso podría ser el inicio de una limpieza profunda en la administración pública.
Mientras tanto, la imagen de la familia Ruiz queda irremediablemente manchada. El intento de Gloria Ruiz de perpetuar su poder a través de su hermano terminó en un escándalo que los expone ante toda la sociedad. La exvicegobernadora ya fue destituida, y su hermano enfrenta un proceso judicial que podría llevarlo a la cárcel.
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