Neuquén impulsa una salida sanitaria federal ante el intento de Nación de desmantelar la barrera patagónica


La reciente decisión del gobierno nacional de avanzar con el levantamiento de la histórica barrera sanitaria que protege a la Patagonia reactivó un debate de fondo que trasciende lo comercial. Desde la provincia del Neuquén, con el liderazgo del gobernador Rolando Figueroa, se propuso una alternativa clara: ampliar el estatus de libre de fiebre aftosa sin vacunación hacia el resto del país, en lugar de desproteger a las provincias que durante décadas sostuvieron este logro sanitario.
Lejos de enfocarse únicamente en una cuestión de precios, la postura del gobierno neuquino, que es compartida por otras provincias patagónicas como Río Negro, pone el foco en la salud animal, el cuidado del sistema productivo regional y el valor de las políticas públicas sostenidas en el tiempo. “No hablamos de negocios, es una cuestión sanitaria”, señaló el ministro de Economía, Producción e Industria, Guillermo Koenig, tras reunirse el lunes 14 de abril con autoridades de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y representantes de la Mesa de Enlace.
El conflicto se originó a partir de la resolución 180/25 del SENASA, que habilitaría el ingreso de carne con hueso y ganado en pie desde otras zonas del país a la Patagonia, rompiendo con el régimen diferenciado que por años caracterizó a la región. La medida generó fuerte preocupación entre los productores y gobiernos provinciales, por el riesgo que implicaría desandar el camino hacia una Argentina libre de aftosa sin vacunación.
Frente a esta situación, el gobierno neuquino planteó una propuesta superadora: extender hacia el norte del río Colorado el estatus sanitario que hoy rige en la Patagonia. “Queremos una negociación seria y un plan de acción para todo el país. No buscamos mantener privilegios, sino que se reconozca el esfuerzo que han hecho los productores para alcanzar este estatus, y se lo extienda al resto del país”, explicaron desde la provincia.
El ministro remarcó que el planteo de la provincia no está centrado en el impacto inmediato de los precios (que, de hecho, aún no está claro que se vean modificados por la eliminación de la barrera) sino en una visión sanitaria integral. “Si realmente somos un país libre de aftosa, como se afirma, entonces dejemos de vacunar y avancemos hacia un mismo status en todo el territorio nacional”, propuso.
Actualmente, los precios de la carne en la región patagónica duplican los valores de otras zonas del país. Sin embargo, desde el gobierno neuquino advierten que el problema de precios es multicausal no se resuelve solamente abriendo la barrera sanitaria. “La cuestión de precios en Neuquén es más compleja. No estamos discutiendo negocios, sino salud pública y la integridad de nuestro sistema productivo”, insistió el funcionario.
En este contexto, la gestión del gobernador Figueroa ha sido clave para frenar el avance de la medida nacional. En marzo, tras reunirse con el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, el mandatario logró suspender por 90 días la resolución del SENASA, abriendo un período de diálogo técnico-político en el que las provincias buscan hacer valer sus propuestas.
La postura de Neuquén no es aislada ni improvisada. Se apoya en antecedentes internacionales, como el caso de Brasil, que logró extender el estatus de libre de aftosa sin vacunación en zonas amplias y diversas, y en una visión federal que reivindica el rol de las provincias en las políticas sanitarias y productivas.
En un momento en que el gobierno nacional apuesta por decisiones centralizadas y de corto plazo, desde Neuquén se propone un camino alternativo: sostener lo logrado, ampliar los beneficios sanitarios y construir una estrategia conjunta. “Lo que quiere la región patagónica y también la provincia de Neuquén es extender los alcances de la barrera sanitaria al resto del país”, concluyó Koenig.
El desafío está planteado. Y mientras desde Buenos Aires se busca imponer una medida que podría tener impactos sanitarios y económicos de alto riesgo, Neuquén sostiene una visión responsable, técnica y federal.