La ley fue enviada por el equipo del gobernador Rolando Figueroa quien, además, optó por renunciar a tal beneficio cuando sea el momento de percibirlo.

El proyecto fue aprobado por unanimidad y celebrado por los neuquinos que pretenden un trato igualitario ante sus funcionarios.

La normativa que termina la derogación de la Ley 1282 fue votada en general y su tratamiento en particular. Originalmente, el proyecto fue modificado en el plenario de comisiones el martes pasado a fin de vitar acciones judiciales por una eventual "afectación de los derechos adquiridos".

Sobre este último punto que podía generar polémica, el gobernador provincial llevó calma y aseguró que no no se quitarán las jubilaciones y pensiones de privilegio que se hayan otorgado previo a la modificación.

En la misma línea, el diputado de Avanzar, Francisco Lepore, se mostró entusiasmado por la derogación y renunció al beneficio. De acuerdo a su punto de vista, estas jubilaciones constituyen "claramente en un privilegio" porque "rompen con el sistema ordinario" con que se jubila cualquier ciudadano. Sería un "gesto político" que, si bien no alcanza, suma a la hora de "revitalizar la política", indicó.

Con un planteo similar, el legislador Ernesto Novoa, del espacio Comunidad, coincidió en que la propuesta implica un "gesto político" hacia la comunidad y consideró que es un "paso inicial hacia otros regímenes jubilatorios que tienen ciertos beneficios sobre el resto". Por ello, pidió terminar con "estas prebendas vergonzosas que tienen estos sectores".