Llegaron las primeras vacunas bivariantes contra COVID-19 a Neuquén
La Provincia del Neuquén recibió 14.400 dosis de la vacuna Pfizer Bivariante para continuar dando respuesta a la pandemia. Esta vacuna se sumará a la estrategia provincial de vacunación contra COVID-19, autorizada para su uso en la población mayor a 12 años. Tal como su nombre lo indica, la misma contiene dos variantes, la original de Wuhan (también llamada ancestral) y Ómicron original y su sublinaje.
“Esto es una gran noticia porque estamos incorporando una nueva vacuna a la estrategia de vacunación COVID-19 para seguir cuidando a los neuquinos y neuquinas. Todas las vacunas contra COVID-19 han demostrado ser seguras y efectivas para dar protección ante internaciones, complicaciones y muertes frente a las variantes circulantes. Por eso siempre decimos que la mejor vacuna es la que está disponible”, afirmó la ministra de Salud, Andrea Peve, y anunció que, a partir de mañana, a medida que se vayan distribuyendo, se podrán comenzar a aplicar las primeras vacunas bivariantes en la Provincia.
De acuerdo a los lineamientos de Nación, dichas dosis se aplicarán como refuerzos a las personas mayores de 12 años que hayan pasado 120 días o más desde su última dosis.
Es importante aclarar que durante un tiempo coexistirán en los vacunatorios los dos tipos de dosis con las cuenta la provincia (monovalentes y bivalentes o bivariantes), por lo que se administrará la vacuna que se encuentre disponible.
Cabe recordar que, en la Provincia, todas las personas a partir de los 6 meses de edad pueden acercarse a los dispositivos, centros de salud u hospitales para iniciar o completar su esquema contra COVID-19, así como aplicarse los refuerzos correspondientes. En todos los casos se debe respetar un intervalo mínimo de 4 meses desde la aplicación de la última dosis. Ante cualquier duda, los neuquinos y neuquinas pueden acercarse y consultar a los equipos de Salud.
La evidencia científica ha demostrado que la estrategia de aplicación de refuerzos es fundamental para mantener los niveles de anticuerpos y su efectividad en el tiempo, sobre todo en términos de evitar internaciones, complicaciones y muertes por la enfermedad. Por este motivo, se enfatiza además la importancia de reforzar la protección en las personas mayores de 50 años y otros grupos etarios con condiciones de riesgo.