Es que la actual legisladora K aseguró que "en Neuquén estamos fundidos" por los vencimientos y el stock de deuda que supera los 70.000 millones de pesos, pero puertas adentro del Movimiento esto cayó muy mal.

Quien rápidamente salió a responderle fue Maximiliano Caparroz: “Es una enorme pena que no sepa que somos una provincia que tiene la suficiente solvencia económica para afrontar los compromisos asumidos", dijo y la culpó de "desinformación” y “mirada parcial sobre la realidad económica de nuestra provincia".

Pero eso no fue todo. El jefe de la banca en la Legislatura continuó en tono caliente: "En lugar de hacer política electoral debería preocuparse, entre otras cosas, porque Neuquén reciba un precio justo por sus recursos. Si nos pagan 52 dólares por mes el petróleo que produce Neuquén en lugar de los 66 dólares en los que cotiza, nadie va invertir en Neuquén", sostuvo.

Por último, Caparroz concluyó, como para cerrar, con un mensaje interpelativo: "Que honre el legado de su padre y de su tío, y que no se entregue mansamente al poder central de Buenos Aires". Palito para Silvia.