La gota que rebalsó el vaso: un alumno fue mordido por una laucha y le escribió una carta al gobernador
Las escuelas de toda la provincia de Neuquén son un verdadero desastre con diversos problemas edilicios y también atravesando conflictos de índole curriculares. Este es un tema que NOVA ha estado publicando en los últimos meses y que no es una novedad: muchísimas instituciones educativas han puesto el grito en el cielo por esta situación crítica.
No obstante, al parecer, llegó la gota que rebalsó el vaso: un alumno le escribió una carta al gobernador Omar Gutiérrez para suplicarlo lo obvio: que limpien desinfecten y desraticen los edificios escolares. A este niño, ¡lo mordió una laucha en la Escuela 298 de Barrio Melipal! El colmo de los colmos.
“Hola señor gobernador, soy Benjamín. A mí me mordió una laucha en mi escuelas, ¿las pueden matar a las lauchas y arreglar mi escuela así puedo tener clases? Gracias”, le escribió el niño con toda la inocencia del mundo.
Recordemos que su padre había hecho público el tema: “Mi hijo salió al patio en el segundo recreo, vio a la laucha al lado de la puerta y como todo nene, se acercó a tocarla y lo mordió en el dedo de la mano izquierda”, relató Fabián Orejas.
Para colmo, la máxima autoridad de la institución detalló que “hacemos más de tres años que estamos con el tema de las ratas” y que “está toda la documentación de las veces que avise que había ratas en la escuela y está todo encarpetado, más todo lo escrito que a partir del año pasado tenemos en sistema”.
Además del gobernador, quien es el máximo responsable, la señora ministra de Educación de la provincia, Cristina Storioni, tendrá que dar la cara ante esta situación que ya no es nueva. Cientos y cientos de estudiantes han tomado el Consejo Provincial de Educación (CPE) reclamando mejoras edilicias por falta de calefacción, edificios que no se han culminado, techos que se caen a pedazos, ampliación de horas cátedras, entre otros temas de trascendencia.
No obstante, al parecer, las autoridades provinciales no toman cartas en el asunto y literalmente dejan al libre albedrío la educación. Este hecho debería ser la gota que rebalsó el vaso, aunque difícilmente recapaciten y arreglen el desastre que es Neuquén en esta materia.