La contaminación por plásticos pone en peligro a los ecosistemas, según un estudio
El doctor en biología Luca Schenone, quien realizó sus estudios de grado y posgrado en la universidad del Comahue, lideró un proyecto de investigación en Finlandia que estudia el rol de la cadena trófica planctónica en la degradación de micropartículas de un plástico biodegradable.
El proyecto consistió en dos estadías para realizar experimentos en Helsinki, una en 2019 y otra este año.
El uso de plásticos biodegradables (como PLA y PLGA) ha incrementado en las últimas décadas, especialmente en las industrias farmacéutica y alimenticia. Debido a su condición biodegradable, estos plásticos no se someten a tratamientos de reciclado y son descartados directamente al medioambiente, llegando a los ecosistemas acuáticos, donde se espera que se degraden rápidamente.
Sin embargo, muchos de ellos pueden demorar largos períodos de tiempo en degradarse completamente y, durante este proceso, formar micropartículas que interactúan con la red trófica planctónica.
Una primera etapa del proyecto comenzó en agosto del 2019, a cargo de la investigadora finlandesa doctora Maiju Lehtiniemi, donde se estudió el efecto de micro plásticos convencionales (i.e. poliestireno) y biodegradables (PLGA) en la red trófica planctónica del Mar Báltico.
En esta etapa, Luca participó como colaborador de los experimentos principales y también realizó experimentos de consumo de plásticos biodegradables por parte de los protistas planctónicos (ciliados y flagelados marinos).
Los resultados de estos experimentos mostraron que las partículas del plástico biodegradable son consumidas por protistas mientras se van reduciendo en tamaño, producto de su degradación.
A partir de estos resultados, en 2022, Luca propuso un nuevo proyecto centrado en la degradación de plásticos biodegradables cuando ingresan a los ambientes acuáticos y cómo el plancton podría acelerar este proceso a través de la ingesta de las micropartículas.
Este nuevo proyecto fue aprobado a comienzos del 2023 y los experimentos se realizaron durante tres semanas a partir de la segunda mitad de agosto de este año. En esta oportunidad, Luca tuvo el rol de líder del proyecto, y contó con la colaboración del doctor Leonardo Capitani y Ulises Lora, biólogos de nacionalidad italiana y española, respectivamente.
En el proyecto también participaron como colaboradoras las investigadoras finlandesas Maiju Lehtiniemi y Outi Settälä, responsables de los experimentos en 2019, y Jukka Seppälä, director del instituto anfitrión.
Actualmente los resultados de este nuevo proyecto se encuentran en análisis, pero todo parece indicar que el plancton aumentaría la velocidad de degradación del PLGA y que esto se debe principalmente a la ingesta de las micropartículas por parte de los protistas planctónicos. Se espera que pronto estos resultados, junto con los del 2019, sean publicados en una revista científica.
Ambos estudios fueron posibles gracias a la red internacional AQUACOSM, una organización creada por la unión europea que proporciona infraestructura y financiamiento para realizar experimentos sobre ecosistemas marinos y de agua dulce.
La infraestructura consiste en mesocosmos ubicados en la mayoría de los países de la unión europea y el financiamiento cubre el viaje, estadía y viáticos. Por otra parte, el instituto hospedador cubre todos los materiales de laboratorio necesarios para llevar a cabo los experimentos, así como equipamiento y técnicos.
Los mesocosmos en Finlandia pertenecen al Finnish Environment Institute, Marine Research Centre (SYKE-MRC) y están ubicados en la capital, Helsinki.
Luca actualmente es becario postdoctoral CONICET con lugar de trabajo en el Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente, INIBIOMA, que también pertenece a la Universidad del Comahue.
Realizó su doctorado en el laboratorio de Limnología, ubicado en el Centro Regional Universitario Bariloche (CRUB, Universidad del Comahue), bajo la dirección de la Beatriz Modenutti y el doctor Esteban Balseiro (investigadores del CONICET).