Fernández reunió a todos los funcionarios políticos para explicarles que no se depositarán los sueldos correspondientes a julio y, tal como van las cosas, tampoco podrían cancelarse los de agosto. Les adelantó que quienes prefieran dejar sus labores -por ahora no remuneradas- pueden hacerlo sin consecuencias.

El municipio, según informó el intendente, tiene este mes un déficit de 1,5 millón y la cifra anual podría superar los 10 millones. Aunque en 2015 San Martín recibió de parte de la provincia de Neuquén 4,2 millones para aguinaldos y salarios, también sufrió una merma de 8 millones de pesos en su coparticipación.

La baja se relaciona directamente con la fuerte caída del valor internacional del petróleo y, por lo tanto, de las regalías devenidas de la actividad hidrocarburífera que sostiene los planteles municipales de la mayoría de las localidades en la provincia patagónica.

“No les puedo exigir a que sigan trabajando en estas circunstancias porque hay casos de funcionarios que dejaron la actividad privada para estar en el municipio. Si se tienen que ir, sólo me queda agradecerles profundamente lo que han hecho y bueno es así de simple”, expresó en diálogo con la prensa nacional.

Fernández asegura que están recaudando dinero día por día pero que la prioridad la tienen los empleados de planta. “Tal vez apelemos a un crédito, ya veremos. La ciudad no tiene problemas económicos, es el municipio el que no tienen caja”, profundizó.

Aunque San Martín recibe fuertes ingresos económicos debido al turismo este no se trasladada al presupuesto municipal. Pero cuanto mayor es el número de turistas, más alto es también es el gasto estructural.

Se crea así una rara paradoja económica puesto que no existen los impuestos al turismo y la provincia no considera, dentro de la coparticipación, el gasto derivado del uso intensivo de la ciudad por parte de los visitantes.