Su nacimiento, como centro de producciones audiovisuales educativas, se remonta al regreso, en 1983, de la vida en democracia en la República Argentina. Fue la necesidad de romper el silencio y “encontrarse con el otro”, lo que a lo largo de estos 37 años convocó a técnicos, profesionales y trabajadores de la comunicación y el periodismo a trabajar en el multimedio público de la provincia del Neuquén.

Se aprovecharon, en principio, los recursos técnicos y humanos existentes en Tecnología Educativa, y gracias al contacto con emisoras de la provincia se logró armar una propuesta radial que logró unir el territorio. La planificación de nuevos contenidos comunicacionales convirtió a los documentales televisivos en “el producto exportable” al resto del país y el exterior.

Es en la década del 90 cuando los especiales de RTN y los documentales “De la misma tierra” traspasan las fronteras. El convenio con la Asociación de Televisoras Educativas Iberoamericanas marcó un hito en nuestra historia y un horizonte ilimitado para el trabajo audiovisual.

La adecuación tecnológica a producciones de factura digital necesitó de mucho trabajo y recursos económicos, difíciles de obtener en país y una provincia que a finales del milenio atravesaban una crítica situación financiera. El uso del satélite Nahuel Sat, la aparición de Internet, la digitalización de información, las antenas y receptores resolvieron otro de los problemas de esta región del continente: las distancias.