El Hospital Cutral Co-Plaza Huincul avanza para convertirse en un hospital verde
Adoptar la postura de que en el planeta hay “una salud” es parte de un movimiento que comprende que hay que equilibrar y optimizar de manera sostenible la salud de las personas, los animales y los ecosistemas. Una mirada ya plasmada en el Plan Provincial de Salud 2019-2013, que toma nuevo impulso con la participación de Salud en el Gabinete Provincial de Cambio Climático, la creación de la mesa de trabajo sobre Cambio Climático y Salud y a la que se integran otras acciones, como es el caso del Hospital Cutral Co-Plaza Huincul.
Actualmente, los trabajadores y trabajadoras del hospital impulsan un proyecto propio para reciclar residuos hospitalarios como una alternativa para reducir el volumen de los residuos y fomentar el cuidado del medio ambiente.
Al respecto, la ministra de Salud, Andrea Peve, felicitó la iniciativa de la comunidad hospitalaria de Cutral Co-Plaza Huincul e indicó la importancia de trabajar a nivel provincial en torno a la salud ambiental, un concepto priorizado en el Plan de Salud. “Nuestro objetivo, y así lo venimos llevando a cabo, es incidir en una estrategia de promoción del cuidado de la salud y de la adopción de hábitos saludables, haciendo énfasis en ‘una salud’ para el bienestar integral de las personas”, subrayó Peve.
El proyecto “Hospital Amigo del Medio Ambiente” fue impulsado por la Licenciada en Enfermería Érica De Andrade y el Técnico Maestro Mayor de Obras Lucas Fiodorow, quienes se desempeñan en la Terapia Intensiva y en el Servicio de Ingeniería y Mantenimiento del hospital respectivamente. Así, con ideas en común y mucho compromiso comenzó en abril del año pasado a separar residuos aptos para reciclar.
La idea surgió un poco antes, en 2021, bajo el interrogante de qué podían aportar al medio ambiente y a su cuidado desde su lugar de trabajo. En este sentido, De Andrade contó: “Fui investigando un poco acerca de qué hospitales estaban reciclando y a quiénes les interesaba el tema del medio ambiente y descubrí que hay una gran cantidad de hospitales verdes, en Argentina también”.
Así fue como De Andrade pensó en reciclar los baxter de suero, un material clasificado como plástico N° 4, de baja densidad. “Lo fundamental era darle un buen destino al plástico y que no vaya a parar a vertederos al aire libre”, explicó y detalló que se contactó con una empresa de Plottier que justamente trabaja con entidades sin fines de lucro, como escuelas y jardines.
La prueba piloto se realizó en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), y a partir de los buenos resultados el proyecto comenzó a avanzar. Fiodorow, por su parte, afirmó que cuando se empezó con la UTI, donde hay cinco camas de internación, “llegamos a separar un bolsón cada 40 días, más
o menos” y señaló que el bolsón tiene dos metros cúbicos, “es un bolsón grande y aproximadamente pesa 40 kilos”.
Además, De Andrade agregó: “Después se incorporó el Servicio de Pediatría y el Servicio de Guardia de Emergencias así que hasta ahora contamos con esos tres sectores”. Lo que se refleja en la cantidad de residuos separados, recolectados y enviados a Plottier para convertirse en madera plástica, con la que se construyen bancos, mesas o papeleros.
Al observar los registros que llevan en torno al proyecto, el maestro mayor de obra indicó que desde que se incorporaron los servicios, del 25 de agosto al 14 de diciembre de 2022, ya juntaron seis bolsones.
“Cada 20 días llenamos un bolsón teniendo tres sectores, que eso puede variar en más o menos días, depende de la cantidad de gente que atienden y demás”, indicó Fiodorow, al tiempo que imaginó lo que se podría lograr sumando más servicios, los centros de salud de la zona y en un futuro a otros hospitales que repliquen el proyecto.
En este sentido, aclaran que actualmente los servicios realizan la separación de residuos, una tarea que llevan a cabo con entusiasmo y gracias a la buena predisposición de la comunidad hospitalaria, pero que requiere cumplir con algunos requisitos diferentes a la separación de residuos domiciliarios.
Fiodorow indicó que al armar el proyecto, De Andrade “bien lo llamó ‘reciclaje hospitalario’ porque los residuos, como baxter de suero, todo lo que es del hospital, se separa aparte, porque lleva una revisión previa antes de llevarlo a la planta”. Para ello se realiza una doble revisión: la primera en cada sector y luego otra antes de efectuar el envío a la planta, por si hay residuos mal clasificados u otras eventualidades.
Pensar en el futuro
Si bien es muy incipiente para capitalizar los primeros frutos del proyecto, De Andrade indicó: “Esto se maneja como un canje. Nosotros llevamos un bolsón, ellos nos dan un voucher y con cierta cantidad de vouchers tenemos ahí una lista como para canjear cosas, elementos que nosotros elijamos. Por lo general a los 25, ya podemos canjear algo”.
Esa instancia, seguramente será un nuevo impulso para el proyecto, que sigue planeando su desarrollo a futuro, lo que incluye contar con infraestructura de acopio y comenzar a separar cartón, otro insumo que se genera en cantidad y se puede recuperar y reciclar.
Para concluir, la Licenciada en Enfermería resaltó: “Pensar un poco en qué futuro queremos nosotros o qué planeta queremos dejar. Replantearse que hay cosas que uno puede cambiar de a poco y a medida que las vas haciendo las vas incorporando. (Se trata de) normalizar esta situación y no que se tenga que pedir por favor que la gente separe los residuos, sino que sea algo, digamos en general, que ya esté incorporado”.
Para conocer más sobre este novedoso proyecto implementado en el Hospital Cutral Co – Plaza Huincul, se comparte una entrevista a la licenciada en Enfermería, Érica De Andrade y el técnico Lucas Fiodorow sobre el reciclaje de baxter de sueros y distintos plásticos utilizados dentro de servicios como Terapia Intensiva, Pediatría y Guardia: