En el plano político ya Mariano Gaido reiteró que va a acompañar al candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa, en el balotaje y en cuanta rueda de prensa o micrófono que se le acerca asegura que es “porque estoy a favor de defender el trabajo neuquino, las empresas neuquinas, la industria nacional, los derechos”. Al igual que el intendente capitalino el gobernador Omar Gutiérrez también jugara para Unión por la Patria en el balotaje.

Por lo pronto Javier Milei fue el candidato más votado en Neuquén en las elecciones generales quizás porque hay un enojo en la provincia con la falta de respuesta que tuvieron los gobiernos nacionales en la historia de los últimos años con la provincia donde no se ven reflejado en obras la riqueza de Vaca Muerta. Quizás el discurso político de Massa será en los próximos días el poner sobre la mesa las obras que necesita la región si quiere revertir el resultado en la provincia capicúa.

Mientras tanto Gutiérrez entra en la recta final de despedirse de su gestión luego de ocho años de gestión y seguirá en su recorrido por varios rincones de la provincia y realizando gestiones en Buenos Aires quizás mientras piensa en su futuro político en caso que Massa finalice siendo el Presidente a partir de diciembre.

En el plano local Mariano Gaido, presentó en el Concejo Deliberante el proyecto de Presupuesto municipal 2024 donde se destinan unos 150 mil millones de pesos destinados a Obra Pública, personal y gastos corrientes. Varios asesores se han centrado en analizar los casi 40 mil millones de pesos de superávit que se aseguró que serán inyectados a proyectos de obras de infraestructura y servicios que demandan los barrios y asentamientos más alejados del centro capitalino.

Al igual que los concejales en este inicio de mes están con sus cuadernos de apuntes garabateando números, los legisladores provinciales, comenzaron a tratar el proyecto de presupuesto provincial que para el año próximo tiene un estimado de 2,06 billones de pesos.

Del total de lo previsto, más del 55 por ciento será destinado a salarios, según estimaron legisladores, que ya están analizando aspectos del proyecto enviado por el gobernador Omar Gutiérrez a la cámara legislativa. La iniciativa contempla un superávit de 106 mil millones de pesos que dejara abierta la libre disponibilidad de los fondos al próximo gobernador, Rolando Figueroa, quien podrá readecuar, y redireccionar partidas de dinero de acuerdo al gabinete de ministros que presente el 10 de diciembre, venidero.

Hay que sumar en este análisis político matemático que el mes que se inicia será de revisión y aprobación de los proyectos de presupuestos del Poder Judicial y la Legislatura neuquina.

La legislatura ha solicitado un presupuesto de 21 mil millones de pesos, mientras que el del Poder Judicial orillará los 102.500 millones de pesos y allí están con lápiz y goma los asesores que saben de economía ajustando los balances para garantizar que no existan sorpresas. Aunque el gran debate es saber como se desacelera el proceso inflacionario que no deja dormir a nadie a la hora de ser previsor con su economía.

En este sentido ya queda claro que Figueroa va a reducir la planta política de su Gobierno mientras que los intendentes electos tienen en claro que el gobernador del 2024 les exigirá cuentas ordenadas para poder acceder al pedido de incrementos de los ingresos que mensualmente les gira el tesoro provincial.

Mientras tanto, que, en cada mentidero político, sea el partido que sea todos miran como se ordena la vida nacional donde se profundiza el debate sobre lo que puede llegar a suceder el domingo de balotaje previsto para el 19 de noviembre.

Los equipos de asesores que están ligados a la actividad petrolera afinan sus estrategias y definen los pasos que Sergio Massa, de Unión por la Patria; y Javier Milei, de La Libertad Avanza; darán durante las próximas tres semanas y que tipo de mensaje dan para revertir o profundizar los números de las PASO como del primer proceso electoral presidencial o lograr revertir las tendencias en los votos.

Se avecinan dos semanas de una lucha al todo o nada, en la que se estima que habrá propuestas, pero también muchos golpes bajos.