Política
Chau peronismo, no te vamos a extrañar

Del poder a la marginalidad: el PJ neuquino toca fondo y Figueroa cosecha los restos

El peronismo provincial se encolumna detrás del gobernador Rolando Figueroa.

Mientras Oscar Parrilli y Darío Martínez intentan sostener su lugar en el escenario político, las encuestas los muestran por debajo de sus niveles históricos. La gestión de Figueroa atrae a intendentes peronistas sin contención partidaria.

La crisis del Partido Justicialista (PJ) a nivel nacional golpea con más fuerza en Neuquén, donde sus principales referentes han perdido no solo protagonismo, sino capacidad real de conducción.

Mientras el kirchnerismo sufre los efectos del fallo judicial que inhabilitó a Cristina Fernández de Kirchner, en la provincia los otrora hombres fuertes del espacio, Parrilli y Martínez, atraviesan un proceso de ocaso político cada vez más evidente.

El panorama no es alentador: sin gestión, sin estructura activa y con una imagen pública deteriorada, tanto Parrilli como Martínez aparecen en las encuestas peleando el cuarto o quinto lugar, en algunos casos por debajo del Frente de Izquierda, algo impensado apenas unos años atrás.

Parrilli y Martínez, sin poder ni votos

Parrilli, durante décadas operador de confianza de Cristina Kirchner y figura clave del aparato nacional en Neuquén, ha quedado completamente desdibujado. Su nombre ya no genera alineamiento, ni dentro ni fuera del peronismo. A su lado, Martínez tampoco logra recuperar la iniciativa tras su paso sin pena ni gloria por la Secretaría de Energía durante el gobierno de Alberto Fernández.

Ambos intentan mantener algún grado de incidencia en la política local, pero carecen de gestión, agenda y presencia territorial. Hoy dependen de un sello partidario que ya no representa expectativas reales para los neuquinos. La falta de conducción se traduce en fuga: dirigentes, intendentes y militantes buscan nuevos rumbos.

Figueroa, el nuevo punto de llegada para el peronismo

En ese contexto, la figura de Rolando Figueroa se consolida como el centro gravitacional de la política neuquina. Su gobierno, basado en una gestión activa y en la reactivación de la obra pública, se convierte en un polo de atracción para aquellos dirigentes que aún conservan estructura local, pero necesitan resultados concretos.

Esta semana, Figueroa se reunió con intendentes peronistas como Rubén Figueroa (Barrancas), Víctor López (Santo Tomás), Gonzalo Núñez (San Patricio del Chañar), José Asaad (Vista Alegre) y Javier Huillipan (Mariano Moreno). La foto no fue difundida oficialmente, pero circuló entre pasillos como una señal clara de lo que viene: el éxodo del peronismo hacia el oficialismo provincial.

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