Renovaciones previas: personas que al momento de la evaluación tengan emitidos previamente dos certificados de discapacidad, cuyo perfil de funcionamiento e impacto en la vida cotidiana se mantenga constante a lo largo del tiempo, haciendo hincapié en el calificador de capacidad del componente Actividad y Participación (CIF).

Persona mayor: personas que al momento de la evaluación tengan más de 60 años y mantengan sus estructuras y funciones corporales en condiciones constantes durante al menos cinco años.

Necesidad de equipamiento permanente: personas que al momento de la evaluación requieran de equipamiento y/o dispositivos de uso permanente para preservar las funciones vitales.

En todos los casos mencionados se podrá solicitar la actualización del CUD cuando se produzca un cambio en el perfil de funcionamiento de la persona con discapacidad que impida su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con las demás.

“Fundamentalmente lo que se ha hecho es posponer las renovaciones, pero también el cambio más actual y que se terminará de definir en el próximo Consejo Federal de Discapacidad (COFEDIS) que se realizará la semana que viene en Buenos Aires tiene que ver con que en determinadas circunstancias no va a ser necesaria la renovación del CUD”, adelantó Iril.

“Hay determinadas secuelas de algunas situaciones particulares que no van a requerir la renovación del CUD, también va a quedar también dentro de la voluntad de la persona solicitarla si detecta o requiere alguna nueva evaluación. De lo contrario va a ser un certificado de duración indefinida”, detalló.

El gobierno nacional justificó las modificaciones para la obtención del CUD en el objetivo de “mejorar los procesos y la normativa vigente” y de “fortalecer el rol proactivo del Estado”.